XII Almuerzo Literario en el Puerto de Sotogrande

El 1 de junio hemos celebrado el XII Almuerzo Literario en el Puerto de Sotogrande, en concreto en el restaurante Fresco, en la Marina. 



Un lugar donde hemos celebrado más de una vez estos encuentros por su belleza paisajística; porque su chef, reconocido por la guía Michelín, nos prepara un menú especial para cada ocasión; por el trato excelente; y, su espectacular salón de exposiciones que le cede a la organización de Palabreando para impartir el taller.

El aforo máximo de estos encuentros no es superior a 15 participantes, aunque en alguna ocasión excepcional, como en su X Aniversario, el aforo llenó su cupo con 22 participantes. En este último encuentro para dar entrada al verano, aunque volveremos en septiembre, me reuní con escritoras noveles y profesionales que se desplazaron desde Algeciras, La Línea, Cádiz, Tarifa, Estepona y Marbella.


Los Almuerzos Literarios son unos encuentros que desde Palabreando, talleres de formación, venimos celebrando desde 2022, a lo largo del año. En cada encuentro nos superamos e incluimos novedades y en esta no iba a ser menos.

Comenzamos con una pequeña charla sobre autoestima y búsqueda de la felicidad interior por la escritora, Maribel Sánchez, después pasó a una sesión práctica de alineación de chakras y meditación.



Al finalizar esta sesión, comencé mis clases de escritura hasta la hora del almuerzo. En esta ocasión les propuse para empezar escribir sobre "todo aquello que nos hubiera gustado decir a nuestra madre que nunca le contamos". Por supuesto, las emociones estaban a flor de piel después de la meditación y afloraron emociones escondidas que nos hicieron derramar lágrimas, unas por otras, de tal forma que hubo participantes que no podían leer sus escritos, y tuvo que ser leído por otras compañeras. 

Una vez realizada esta catarsis de expulsión de emociones a través de la escritura, comenzamos a escribir sobre el mar, sobre la percepción de los cuadros expuestos o de lo que a cada una se le viniera a la cabeza, en escritura automática de diez-quince minutos y su lectura posterior. La cuestión era escribir, ya fuera prosa o poesía, y expresar a través de descripciones narrativas, las emociones. Por supuesto, en estos talleres no se obliga a nadie a escribir, si alguien solo quiere escuchar y deleitarse con la lectura de las compañeras, o levantarse y pasear, o salir a tomar el aire, tienen plena libertad para ello.

A las dos y media, el restaurante nos tenía preparada las mesas en el salón interior ya que ese día el levante típico de la zona podía chafar un poco las interesantes conversaciones que nacen entre personas que se conocen o se están conociendo. Así que la dirección del Fresco decidió, acertadamente, que almorzáramos en interior.



Un menú mexicano, espectacular, casi sin nada de picante y para todos los paladares, regado de unos buenos vinos, creado en exclusiva para Palabreando, consiguió que el almuerzo fuera un agradable lugar de encuentro y de conocimiento que los participantes agradecieron a la organización.










Tras el almuerzo, y como siempre aparece la "morriña" después de tener el estómago lleno, decidí poner un poco de mñusica para mover el cuerpo, un buen amigo de Sotogrande cuya madre estaba entre los participantes, se ofreció como dj y trajo su propio equipo. Durante 30 minutos bailamos, como si no hubiera un mañana, las canciones de los 80 más conocidas.


Después de activar toda nuestra energía, nos sentamos para comenzar la segunda parte de este encuentro que consistió en leer lo que cada una habían traído de sus casas, unas eran escritoras con libros publicados e hicieron una pequeña presentación y lectura, otras habían escrito algo para la ocasión, una de ellas se animó incluso a cantarnos un fado portugués y otra, como diseñadora gráfica, nos dibujó lo que le parecía de este almuerzo literario.




Entre lectura y lectura, yo les iba comentado y pasando unas fichas con curiosidades ortográficas y literarias que dejaron sorprendidas a más de una.

Para finalizar y antes de la entrega de diplomas, merendamos con unas pastas artesanales que nos ofreció el restaurante mientras se iban creando, en dos grupos, un "Cadáver Exquisito" que leeríamos en la terraza, abierta al público. Una de las participantes, como diseñadora gráfica, nos dibujó sobre la marcha un pequeño cuadro sobre el Almuerzo Literario.





El cadáver exquisito es un juego surrealista de creación colectiva que puede ser escrito o gráfico. En esta obra cada miembro del grupo realiza su parte de la narrativa sin conocer por completo las otras partes, solo lo último. Es una técnica usada por los surrealistas franceses en 1925, y se basa en un juego de mesa llamado "Consecuencias", en el cual los jugadores escribían por turnos en una hoja en blanco, la doblaban dejando al descubierto solo lo último escrito y después, la pasaban al siguiente. Cada persona solo puede ver el final de lo que escribió el jugador anterior.El nombre se deriva de una frase que surgió cuando fue jugado por primera vez en francés: "Le cadavre-exquis-boira-le vin-nouveau" (El cadáver exquisito beberá el vino nuevo). Los asiduos a este juego, Robert Desnos, Paul Éluard, André Brettón y Tristan Tzara) sostenían que la creación debe ser anónima y grupal, intuitiva, espontánea, lúdica y automática.

Al terminar la lectura les hice entrega de sus diplomas de participación y unos regalitos que la organización de Palabreando quiso entregarles como agradecimiento.






Desde Palabreando, talleres de formación, quiero agradecer personalmente la colaboración exquisita y atenta del gerente, Javier, y a su personal y chef del Restaurante Fresco Marina, A la directora de relaciones y medio ambiente del Puerto Sotogrande, Eli Ramos, al Puerto Sotogrande, por supuesto también, y a José Enrique, nuestro dj espontáneo.



 







Palabreando con... Alicia Morales. Escritora ceutí comprometida con la mujer de las dos orillas

Palabreando con...Alicia Morales, escritora ceutí, residente en Algeciras con tres libros publicados. Hacemos un recorrido por su vida y obras. Sin filtros, sin preparación, natural, directo, realista...entrevista desde dentro hacia fuera. No te dejará indiferente.


El cuento es superior a la novela


 "Yo creo que el cuento es superior a la novela. Como género, digo. El cuento es lo primero que ha existido en la literatura. Existe como Adán y Eva. Como un algo que inicia todo. Es genético, diríamos. Podríamos remedar a la Biblia: “Lo primero fue el cuento”. Para mí fue algo primordial, en mis primeros años. Era lo principal. Yo me formé leyendo cuentos. Y mi imaginación hizo el resto, porque no sólo lo conocía al cuento como género, sino que lo esperaba, lo buscaba por todos los rincones. Crecí buscando algo que sirviera para escribir un cuento".


Silvina Ocampo

Silvina Inocencia Ocampo ​​ fue una escritora, cuentista y poeta argentina.(Buenos Aires, 28 de julio de 1903-14 de diciembre de 1993)

 Su primer libro fue Viaje olvidado y el último Las repeticiones, publicado póstumamente en 2006. 


Taller creación de relato corto. Nivel 1.

ÚLTIMA PLAZA. Una conexión a la semana. Los miércoles a las 6 de la tarde. Comienzo el 7 de febrero. Duración 6 meses.

TEMARIO:

• Por qué se escribe

• Recomendaciones para iniciarse en la escritura

• Técnicas narrativas

• Claves del proceso creativo

• La inspiración

• Tipo de narradores

• Tipos de personajes

• Tipos de personajes

• Construcción de los personajes

• Tipos de ambientes

• Diálogo y acotaciones

• Estilo directo e indirecto

• Mostrar y contar

• Géneros literarios: negro, infantil, romántico, de viajes, el diario, erótico, monólogo interior, surrealismo…


         TRABAJOS:

• En cada taller aprenderemos un temario y se pondrá un ejercicio semanal, que consistirá en la creación de un relato que se mandará por mail durante la semana. La tutora lo corrige y se leerá en el siguiente taller.

• De vez en cuando trabajaremos la escritura automática en directo, en el taller.


         FIN DEL TALLER:

• Entrega de diploma de participación

• Entrega de un librito con los mejores relatos.

Relato de Navidad de una de las alumnas del nivel 1

La alumna del nivel I de relatos, Claudia Strauss, nos regala para finalizar el año este maravilloso relato navideño con un toque muy personal.

El primer párrafo del relato pertenece al último, de la página 27 del relato, Con los ojos del alma, publicado en mi libro, Mujeres. A partir de ahí, la alumna creará un relato de Navidad, que nada tiene que ver con el tema del mío.

Esto es uno de los ejercicios que practicamos en los talleres. Y se crean historias fantásticas como estas:

Fiestas a solas

 


El sonido la sobresaltó. Por unos segundos no supo dónde estaba y su casa de repente se convirtió en una inmensa jungla de plantas verdes y árboles enmarañados que se reían de ella.

Tuvo dificultades para despabilarse. Se había dormido en la hamaca ubicada en el jardín. Se detuvo para pensar dónde estaba, qué día y qué hora era. Hacía mucho tiempo que no se había dormido así de profundo.

Miró su reloj y comprobó que era la una de la tarde y recordó que solo faltaban unas horas para Navidad. Se sentía muy reconfortada, había recuperado buena parte de su sueño. 

Todo empezó cuando Sylvina vio una pequeña caja en el escritorio de su marido. Sin pensarlo lo abrió, había unos pendientes de plata y diamantes en forma de un copo de nieve. Nunca en sus años de casados, Sylvina había recibido un regalo de este tipo de su esposo, siempre le regalaba algo para la cocina o para la casa.

Este descubrimiento fue el principio del fin. Ya se lo veía venir. Pero el sentimiento de indignación se convirtió en alivio. Este era un paso a la libertad. Lo que siguió fue el divorcio, la venta de la casa y la mudanza a la finca que había heredado de sus padres, todo en el mismo año. Es como si se hubiese quitado un peso de encima. Estas navidades pensaba pasarlas sola. Sin el estrés de preocuparse de la comida y de los invitados. La única invitada iba a ser ella. 

Cuando se recobró no supo, en un principio, con qué relacionar el sonido. “¿Habrá sido la puerta?” Se preguntó. Se sentía muy alterada. Eso le pasaba cuando no sabía relacionar una cosa con la otra. Dio un salto y se encontró descalza sobre la terracota del patio. Se dirigió al interior de la casa. Titubeó un segundo antes de abrir la puerta de entrada. Abrió y no vio persona alguna. Se puso de puntillas para mirar a un lado y a otro. Dio un paso hacia adelante y se tropezó con una caja.

“¿Y eso?”

Lo primero que miró fue el destinatario. Sí, llevaba el nombre de ella. Remitente, no tenía. Se pasó la mano derecha por la boca como esforzándose a pensar, todavía no tenía la mente muy clara. En el primer momento no sabía si entrar la caja o no. Le venció la curiosidad y la llevó hacia adentro. La abrió y vio un contenido inesperado. En su interior se encontraba toda clase de comida: bebidas, charcutería, dulces y conservas. Parecía que alguien tenía muchas ganas de hacer regalos.

A las cinco de la tarde, alguien llamó a la puerta.

“¿No era que yo quería pasar las fiestas sola?” Abrió y vio a su exvecina, María, en el escalón de la entrada con una maleta. Habían sido muy buenas amigas hasta que ella se mudó y no volvieron a tener contacto. La iba a llamar en algún momento pero no sentía la necesidad todavía.

—Hola, Sylvi, ¡qué alegría verte de nuevo!

—Y… tú ¿qué haces aquí? —le preguntó con una ceja levantada y dando un paso hacia atrás.

—¿Has recibido el paquete que te mandé? —le dijo sin hacer caso a la pregunta anterior.

Sí.

—¡Qué bien! —le contestó con una sonrisa más dulce que la miel de su pote.

—¡Ajá! ¿No me digas que tú me mandaste todo esto?

Sí, no quería que pasaras las fiestas sin mí después de tanto tiempo sin vernos. Con todo esto nos hacemos un festín y vengo a quedarme contigo. —María entró sin pedir permiso y se fue hacia la cocina.

Sylvina no sabía cómo salir de su asombro. Si algo deseaba era pasar las fiestas a solas en su refugio. No pensaba invitar a nadie.

Media hora más tarde, sonó el timbre de nuevo.

 "¿Y ahora quién será?" 

Abrió la puerta y vio a Carlota ante ella, su amiga de la infancia, que además de la maleta traía consigo dos bolsos repletos.

—¡Hola, corazón! Pensé que me necesitabas para pasar las fiestas juntas. Hice un gran sacrificio para venir a verte. ¡Qué pálida te ves! Te voy a cocinar una sopa de gallina —le dijo mientras le daba un pellizco en la mejilla. Y entró sin mirar atrás.

“¡Oh, no!” exclamó Sylvina para sus adentros, no  solo por la visita de Carlota si no por la sopa de gallina. Y dio un respiro profundo.

Yo no te esperaba para nada. Estoy bien, bueeeno… Hasta hace un momento.

Carlota ni siquiera escuchó la respuesta y le dijo:

Ayúdame con los bolsos, por favor, traje de todo. ¡Así, cocinamos algo rico y pasaremos unas Navidades estupendas!

"Si lo dices tú" pensó con los ojos en blanco.

Sylvina mostró a Carlota dónde podía pasar la noche, cuando el timbre sonó otra vez.

¿Ahora quién será?”

Bajó las escaleras, se dirigió a la puerta, abrió y se encontró con Paula, su prima. Iba cargada de bolsos y una maleta.

Hola, mi querida Sylvina, pensé hacerte compañía porque sé cómo se siente una en estas fiestas tan sola, porque como tú sabes también me separé hace un año.

Hola, Paula le dijo de mala gana.

Pero ¿qué te pasa, mi querida Sylvina? ¿No te alegras al verme? Tendrías que estar agradecida porque vengo a hacerte compañía, en vez de pasar las fiestas con las tías.

Eeem… entra. Lo único que vas a tener que dormir en el sofá, porque ya tengo las habitaciones ocupadas.

—¡Oh! Yo me imaginaba que ibas a estar sola.

No, no eres la única que pensó en hacerme compañía.

Sylvina no tuvo otra opción que olvidarse de su plan de pasar las fiestas a solas. Lo único bueno era que  no iba a tener que hacer la comida. Las visitas estaban obsesionadas con preparar la comida de Navidad.

Después de las presentaciones, sus “invitadas” comenzaron a vaciar las bolsas, sacar cacerolas de los armarios y, entre risas y copitas de vino dulce, decidieron el menú. Sylvina las observaba desde el umbral de la puerta, como si no fuera una escena real, como si estuviera viendo una película de Netflix.

Una vez preparada la mesa y todas acicaladas de fiesta, se sentaron a las nueve de la noche para cenar. Sylvina seguía sin intervenir en las conversaciones hasta que le llamó la atención algo de María.

Oye, ¡qué bonitos tus pendientes!

Gracias contestó sonrojada su exvecina.

Sylvina no se quedó tranquila, porque eran los mismos pendientes que ella había visto en la pequeña caja, en el escritorio de su exmarido, hacía un año.

A mí me parece que la carne tiene mucha sal comentó Carlota

A mí me parece perfecta  —replicó Paula. —Yo siempre la hago así. A quién no le guste que no la coma. 

El ambiente estaba tenso. Una, porque Sylvina tenía su sospecha y otra, porque Carlota y Paula no se llevaban muy bien.

A la hora de los postres, la situación se tornó más tensa todavía.

—Oye, Carlota, yo creo que le pusiste mucho café al tiramisú. —Recriminó Paula.

—No hay nada que reclamar, ¡está para disfrutarlo sin fin! —le contestó Carlota con ironía.

Ni María, ni Sylvina intervinieron en la discusión. Sylvina observaba a María en silencio. Esta se sentía incómoda todo el tiempo, porque se dio cuenta que no dejaba de mirar los pendientes y no pudo probar casi ningún bocado.

—Sé quién te regalo estos pendientes, María —le dijo con firmeza.

—Lo siento mucho Sylvina, yo no quería que pasara eso.

—¡Sí, pero pasó! ¿Qué clase de amiga eres?

Y se produjo un silencio que se podía cortar con el mismo cuchillo del pavo.

—Lo siento mucho Sylvina, pero ya no estamos juntos.

—¡A mí que me importa ya! Entonces, me necesitaste para no pasar sola las navidades, ¿no?

—Pero… no… Sylvina, escucha ... yo siempre quise contar… 

Se levantó de la mesa y la dejó hablando sola. Esto fue el principio de una bola de nieve. Carlota y Paula, al instante, retomaron su discusión.

—Yo te dije que pusieras más …

—Siempre me ha salido bien así. Nunca nadie se …

—Es que tu no tienes ni idea como preparar …

—¡Me estas ofendiendo…!

—Y tú a mí. No tengo la necesidad de pasar las ….

—¡Me voy!

—¡No, me voy yo!

Sylvina escuchó a medias la pelea de ambas. En ese momento, se alejó. Se volvió a su hamaca en el patio. La temperatura de esa noche invitaba a estar afuera para disfrutar de las estrellas. Sonaron tres portazos seguidos y volvió el silencio. Antes de cerrar los ojos observó varias estrellas fugaces.

Cuando se despertó miró a las plantas y los árboles. Esta vez no se burlaban de ella, sino que mientras jugaban con los primeros rayos del sol, le sonreían.

“Feliz Navidad, Sylvina” se dijo a sí misma, satisfecha.

¡FELIZ NAVIDAD!

En esta época tan especial, quiero desear a todos los participantes de Palabreando, taller de escritura y Palabreando, talleres de formación, una Feliz Navidad llena de alegría, paz y momentos inolvidables.




Que el espíritu navideño llene vuestros corazones de amor, esperanza y creatividad. Que este nuevo año que se acerca esté lleno de éxitos y nuevas oportunidades para seguir explorando el fascinante mundo de las palabras y la escritura.

¡Felices fiestas!



Relato cooperativo por las alumnas del nivel 2

Vamos terminando el año y mis alumnos y alumnas del nivel 2 de creación de relatos han realizado un ejercicio de creación de un relato de forma cooperativa.

Aprender es algo que los alumnos hacen, y no algo que se les hace a ellos. El aprendizaje no es un encuentro deportivo al que uno puede asistir como espectador. Requiere la participación directa y activa de los estudiantes. Al igual que los alpinistas, los alumnos escalan más fácilmente las cimas del aprendizaje cuando lo hacen formando parte de un equipo cooperativo. 

El aprendizaje cooperativo es el empleo didáctico de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás. Este método contrasta con el aprendizaje competitivo, en el que cada alumno trabaja en contra de los demás para alcanzar objetivos tales como una calificación de “10” que sólo uno o algunos pueden obtener, y con el aprendizaje individualista, en el que los estudiantes trabajan por su cuenta para lograr metas de aprendizaje desvinculadas de las de los demás alumnos.

Si a ello le sumamos el esfuerzo e implicación, el uso de las tecnologías y el fomento del espíritu de respeto y valoración crítica tanto del trabajo propio como ajeno, nos encontramos con una propuesta sencilla, completa y muy enriquecedora.

Espero lo disfrutéis tanto como lo he hecho yo. Se admiten comentarios.



RELATO COOPERATIVO

Puente sobre aguas turbulentas

(Nuria Ruiz. Tutora. Fragmento del relato, Rita y el agarponi, del libro Mujeres.)

Ahora, las ventanas gimen suspiros por los resquicios, las paredes congelan las sombras del pasado, la cama es un mausoleo frío como invierno en un cementerio y Rita llora, muy bajito en un rincón, sentada en el suelo con el trozo de papel amarillento entre sus dedos.

(Juan Antonio Almanado)

Levanta la cabeza, contempla el techo con la mirada perdida y rememora los momentos felices con ella. Momentos que le provocan un incisivo dolor en el pecho.

Andrea… sabes… que… te amo… por encima de todo”. Rita habla a solas con la voz rota, como si ella pudiera escucharla desde algún lugar. Mientras, la imagina recostada sobre la almohada, con el pelo revuelto, la sonrisa abierta y sus manos suaves acariciándole el rostro. “¡Cuánto te echo de menos!”. Suspira profundo y, con los ojos aún vidriosos, se dispone a releer por enésima vez. Es todo cuanto le queda de ella y le hace sentir más cerca, a pesar de las luces y las sombras que entraña la manoseada carta.


Mi amada Rita:

Quiero que sepas que he sido muy feliz junto a ti, me has ofrecido tanta pasión, tanta felicidad, tantos cuidados que, aunque viviera mil años, jamás podría resarcirte. Sabes que te quiero más que a nada, ni a nadie en el mundo y eso nunca cambiará. Sin embargo, es el momento de decirnos adiós. Ojalá nunca hubiese necesitado escribir estas palabras de despedida, pero la vida no siempre baila al son de nuestros corazones. Me gustaría las atesores con cariño para que nuestro amor quede   por siempre grabado en el recuerdo. Te suplico que cumplas mis últimos deseos: Por favor no estés triste, allí donde me dirijo seguro que me tratarán bien. Rehaz tu vida lo antes posible y se feliz, porque tu felicidad será la mía…


La mente, la garganta y los pulmones de Rita requieren aire para poder continuar, se detiene unos segundos y respira hondo.

“Jamás podré amar a alguien cómo te he amado”. Vuelve a hablarle al viento, convencida de que Andrea la escucha. Le es imposible sujetar esa última lágrima tan amarga como la pena que le atormenta y, al resbalar por sus mejillas, cae sobre las letras desdibujando la palabra amor.

 (Mar Navarro)

Rita no para de darle vueltas a la cabeza, Andrea había sido su único y verdadero amor. Mientras se seca las lágrimas aprieta los puños, recuerda los momentos que pasaron juntas y lo que provocó su ruptura. El teléfono suena de fondo…

 

La situación se volvió fría entre ambas cuando la madre de Andrea cayó enferma y tuvo que volver al pueblo para cuidarla.  Ella sufrió porque no aceptaban su condición sexual, por las críticas y habladurías de la gente del entorno y por no comprenderla. Llevaron al límite a Andrea, que con catorce años, hicieron que su cabeza se desequilibrara. Su tía la entendía y se la llevó a vivir a la ciudad. Fue un pilar importante para ella.

No quería abandonar a su madre, aunque había sido cruel con ella toda su vida. La humillaba ante cualquiera con frases como: “No vales para nada”, “eres un despojo”, “tú eres una mujer y vistes como un hombre”…

A sus cincuenta años ya se sentía libre y sin perjuicios. Pero al reencontrarse con su madre, se desató de nuevo la locura.

(Maribel Sánchez)

Cuando Andrea llegó al pueblo a cuidar a la madre, comprobó que el tiempo permanecía congelado en el reloj del antiguo campanario. Comenzaron de nuevo las miradas despectivas, los desaires y las críticas feroces.

A pesar de ser una mujer madura en apariencia, dentro encerraba  a una niña herida, indefensa, rechazada por su propia familia y por todo el pueblo. Recordó que fueron varios los intentos de suicidio en aquella época.

—Me dijo tu tía Paca que allí vivías con esa mujer —dijo su madre devolviéndola a la realidad.

—¿Otra vez estamos con la misma monserga?

—Es que esa enfermedad tuya la curan en la capital.

—¿Pero de qué enfermedad hablas, mamá? —preguntó airada.

Ya intentaron curarla de esa supuesta dolencia cuando tenía catorce años, primero la llevaron a un psiquiatra que la atiborró de pastillas. Sus inclinaciones sexuales persistían, así que la llevaron a una curandera e intentaron sacarle el demonio del cuerpo. Le realizaron ceremonias extrañas, la obligaron a beber muchos brebajes y aguantó desolada que su familia la considerasen una aberración. Ese trato vejatorio le provocó crisis de ansiedad y la  llevó al primer intento de suicidio.

Se sentía culpable, sucia e impotente y ahora, en su madurez, volvían aquellas sensaciones, retumbaban en su cabeza los antiguos comentarios de su madre: “Eres una marimacho”, “estamos en boca de la gente por tu culpa”, “el mismo Satán se apoderó de ti”…

Comenzó a andar sin rumbo por las callejuelas, su vida era una penosa espiral descendente que no parecía tener fondo. Con Rita se sentía especial, amada y una mujer normal. Aun así le escribió una carta de despedida. La llevó al correo. Se rindió, no tenía fuerzas para continuar su lucha, sin ella su vida no tenía sentido. Seducida de nuevo por la muerte se dirigió con firmeza a los acantilados.

La luz del crepúsculo bañaba el mar. Los golpes sordos y acelerados de su corazón martilleaban sus costillas, el sudor corría por su espalda, empapada por el miedo y la adrenalina. Se sentó y se puso sus auriculares. Comenzó a sonar “Puente sobre aguas turbulentas”, con dolor repetía algunos trozos, con la voz quebrada por la emoción: “Si alguna lágrima entristece tu sonrisa y tus ooojos, si te faaaalta paaaz, cruuuza el pueeente sobre aguas turbulentas y la encooontraaarás… Si te falta aaamor, si el doloooor te ahoga el alma y apenas puedes respiraaaaar, cruza el puente …”

La noche latía como un organismo vivo. Las olas embestían con ritmo las rocas, el olor a salitre penetró por sus fosas nasales, respiró hondo, dio un paso hacia ese puente imaginario y se lanzó. Notó una sensación de ahogo, para segundos después sentirse liberada. Un golpe seco. No hubo dolor, solo oscuridad helada, pero poco a poco comenzó a vislumbrar una luz que cobraba intensidad hasta volverse cegadora. Notó una mano cálida, la cara difusa de un ángel, ruidos muy lejanos…

 

—¡Mi amor, despierta!  ¡Estoy aquí! —dice Rita que había llegado tras recibir la llamada de teléfono.

Andrea reconoce la voz y con torpeza intenta dibujar una sonrisa.

—¡Oiga! ¡Me ha sonreído!

—Lleva unas semanas en coma, seguramente sean movimientos involuntarios —responde la enfermera.

—¡Que no, que me ha mirado! ¡Apriétame la mano, Andrea!

—¡Déjala  tranquila! Poco podemos hacer por ella ya, solo estar a su lado —contesta la madre con un rosario entre las manos.

Andrea obedece, aprieta y pronuncia algo ininteligible. Rita se inclina y pone el oído cerca de su boca. Entonces, Andrea cruza, valiente, ese puente sobre las aguas turbulentas del miedo al rechazo, a las críticas y a su madre.

Y, con total nitidez, dice: ”Te quiero, Rita”, ante la mirada atónita de su madre.

Palabreando lanza su esperado librito con las claves para escribir el relato perfecto.

Desde los inicios de los talleres, he recopilado los errores más comunes entre los escritores novatos y las técnicas fundamentales que todo aspirante a narrador debe dominar. Este valioso compendio ha sido contrastado y enriquecido con información de otros talleres relevantes en los que he asistido a lo largo de los años.

Finalmente, Palabreando ha decidido plasmar toda esta experiencia en un libro, proporcionando a los amantes de la escritura una guía indispensable. El librito ofrece recomendaciones detalladas sobre la creación de relatos, abordando desde errores comunes hasta técnicas esenciales para cautivar a los lectores.

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Escribir cuentos por Alice Munro

 


"Mi idea era escribir novelas, pero empecé a escribir cuentos porque era para lo único que podía hacerme tiempo. Entre las tareas de la casa y el cuidado de los chicos, nunca habría tenido tiempo de escribir una novela. Y después fue como si el formato del cuento, en realidad, una forma más bien inusual de cuento, por lo general una forma de relato bastante largo, fuese lo que quería hacer. Ese espacio alcanzaba para decir lo que quería decir. Y al principio fue difícil, porque la gente esperaba que el relato breve tuviera cierta extensión y no otra. Querían que fuese una historia corta, y mis historias eran bastante inusuales, ya que de alguna manera cuentan más y más cosas diferentes y no paran. Nunca sé, o al menos no suelo saber, la extensión que tendrá un relato. Pero no me asusto: le doy todo el espacio que necesite. De todos modos, no me importa si lo que estoy escribiendo en ese momento es un cuento, algo clasificado como cuento, u otra cosa. Es ficción y punto".


Alice Munro

Antonio García Corbacho: Un Poeta que Desnuda su Alma en una Entrevista Reveladora

En una conmovedora entrevista para el canal de YouTube "Palabreando con...", el escritor, profesor y agricultor de Gaucín, Antonio García Corbacho, ha compartido sus experiencias de vida en una conversación íntima y reveladora. 



Nacido en Gaucín en 1956, García Corbacho pasó sus primeros años impregnándose de la belleza salvaje de su tierra natal. A lo largo de su vida, vivió en diferentes lugares, incluyendo Jimena de la Frontera y La Línea de la Concepción, donde completó sus estudios y trabajó como maestro. 

En la entrevista, García Corbacho compartió sus sentimientos encontrados sobre su relación con el campo y la naturaleza, así como su lucha contra las injusticias sociales que presenció a lo largo de su vida. Su decisión de regresar a Gaucín en 1997, junto a su esposa e hija, marcó un punto de inflexión en su vida, llevándolo a una profunda reflexión y pasión por la escritura y la poesía. 

Durante la entrevista, el poeta habló abiertamente sobre los temas personales y profesionales que han moldeado su obra. Desde sus primeros recuerdos en Gaucín hasta su experiencia como maestro y agricultor, García Corbacho reveló los momentos de inspiración detrás de cada uno de sus libros. Su última obra, "A cuarenta grados", se presenta como una exploración profunda y apasionada de la vida rural, llevando a los lectores a un viaje poético a través de los desafíos y las bellezas de la naturaleza.



En la entrevista, García Corbacho nos presenta además sus dos libros anteriores de poesía: "Versos desde el Sur", su primera obra; "Quiero Versarte", su segunda creación.

El video de la entrevista está disponible para ver en el canal de YouTube "Palabreando con..." a través del siguiente enlace: 



Sumérgete en las palabras y emociones de Antonio García Corbacho mientras comparte su viaje de vida a través de la poesía, dejando una huella imborrable en el corazón de quienes lo escuchan.

La entrevista fue realizada por la periodista y escritora Nuria Ruiz Fernandez, quien ha demostrado una vez más su habilidad para crear un espacio íntimo donde los entrevistados pueden compartir sus historias más profundas. Esta entrevista marca la segunda colaboración entre García Corbacho y Ruiz Fernandez, consolidando su relación profesional y permitiendo a los espectadores conocer al poeta desde una perspectiva completamente nueva.



 

 

 

 

La vida como ficción. El arte de escribir por Marguerite Duras


                                      https://bambaeditorial.com/marguerite-duras-el-amante/


"Hallarse en un agujero, en el fondo de un agujero, en una soledad casi total y descubrir que sólo la escritura te salvará. No tener ningún argumento para el libro, ninguna idea de libro es encontrarse, volver a encontrarse, delante de un libro. Una inmensidad vacía. Un libro posible. Delante de nada. Delante de algo así como una escritura viva y desnuda, como terrible, terrible de superar. Creo que la persona que  escribe no tiene idea respecto al libro, que tiene las manos vacías, la cabeza vacía, y que, de esa aventura del libro, sólo conoce la escritura seca y desnuda, sin futuro, sin eco, lejana, con sus reglas de oro, elementales: la ortografía, el sentido".

Marguerite Duras

Próximamente Aniversario X Almuerzo Literario en Sotogrande con poesía, paseo en barco y buen yantar

Aniversario del X Almuerzo Literario con una masterclass de poesía


El Aniversario lo vamos a celebrar en la Marina del Puerto Sotogrande, en el restaurante Fresco Marina donde hemos disfrutado en otras ocasiones de algunos almuerzos literarios.

Esta vez la masterclass es de poesía, con la poeta invitada, desde Cádiz, Rosario Troncoso y con la participación de poetas importantes del Campo de Gibraltar como Juan Emilio Ríos Veray de la zona de Málaga, Carmen Sanchez Melgar, entre otros.

Aprenderemos las técnicas de la creación de poemas, escribiremos poesía a través de juegos literarios y terminaremos con la creación de un Cadáver Exquisito entre todos los participantes y la entrega de los diplomas de participación firmados por Palabreando Taller de escritura. El arte de escribir.

Puerto Sotogrande y Eli Ramos colabora con un paseo en barco por Sotogrande donde disfrutaremos de una lectura poética mientras navegamos.

El restaurante Fresco Marina nos pondrá el almuerzo y la merienda, de la mano de su chef con premio a nivel nacional.

La masterclass la imparte la directora de Palabreando, talleres de escritura, Nuria Ruiz Fdez.

Será el día 18 de noviembre. Las plazas están limitadas, max. 18 participantes.

SOLO QUEDAN 2 PLAZAS LIBRES.

El horario será de 11:00 a.m a 19:00 p.m.

El mail para inscribirse: tallerescrituranrf@gmail.com

Whatsapp: 639025469

¿TE ANIMAS? NO LO DEJES PARA EL ÚLTIMO MOMENTO PORQUE SEGURAMENTE TE QUEDES SIN PLAZA.

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