Talleres de escritura creativa y Servicios editoriales: Poesía, relatos y novelas. Edición y publicación. Concursos literarios. Corrección de textos, ortografía y estilo. Acompañamiento en el proceso de creación hasta la publicación de forma individualizada. Terapia de Escritura de Diario. TE AYUDO A CUMPLIR EL SUEÑO DE CREAR HISTORIAS y PUBLICARLAS.
LEMA
"En cada encuentro, en cada texto, nos vamos palabreando sin prisa, con verdad y con voz propia."
Sergio Barce desentraña Tánger y su infancia en una charla íntima para Palabreando con…
Queridos palabreadores, en esta ocasión he tenido el privilegio de conversar con Sergio Barce, un autor imprescindible para comprender cómo la literatura se entrelaza con la memoria y el territorio.
Nacido en Larache y malagueño de corazón, Sergio escribe con la geografía de su infancia impregnada en la mirada.
Hablamos de su libro El mirador de los perezosos (Ediciones del Genal, 2022), galardonado con el Premio Andalucía de la Crítica 2023 en la modalidad de relato. Una obra que nos invita a recorrer cafés míticos como el Hafa, calles como el Boulevard Pasteur o rincones cargados de memoria como el Hotel Rembrandt. En sus páginas, cada lugar cobra vida y se convierte en un personaje narrativo, tan real y evocador como los hombres y mujeres que pueblan la ciudad.
Durante la entrevista, Sergio compartió recuerdos de su infancia en Larache, la diferencia de atmósferas entre Tánger, Larache y Málaga, y cómo esa multiculturalidad que respira Marruecos se filtra en sus relatos, dotándolos de misterio, nostalgia y una verdad profunda. Conversamos sobre el peso de la memoria, la frontera entre realidad y mito, y la importancia de mantener vivas las voces de una tierra que palpita en su literatura.
También descubrimos al hombre detrás del escritor: sus rituales, sus rincones favoritos para leer y escribir, sus lecturas de cabecera. Fue un diálogo íntimo y cercano, lleno de humor, sinceridad y pasión por la palabra.
Al terminar, tuve la sensación de haber paseado de su mano por las calles de Tánger y Larache, de haber escuchado la música de sus mercados y el rumor de sus cafés. Con Sergio Barce, la literatura se convierte en un viaje a la memoria, un puente entre tiempos y geografías, y un recordatorio de que las ciudades también sueñan y hablan a través de quienes las narran.
📺 Podéis ver la entrevista completa en el canal de YouTube Palabreando con…:
Queridos palabreadores, os invito a dejaros llevar por esta conversación y, si aún no lo habéis hecho, a suscribiros para seguir recorriendo juntos más horizontes literarios.
Me llamo Nuria Ruiz Fernández y, desde hace más de diez años, me dedico a enseñar escritura en dos vertientes que se complementan: la creativa y la terapéutica.
Mis talleres se imparten online a través de Zoom, de lunes a jueves, siempre en horario de tarde y en grupos reducidos de un máximo de cinco personas.
Son talleres eminentemente prácticos: aquí se aprende a escribir… escribiendo. En cada sesión realizamos ejercicios y propuestas, y siempre envío la parte teórica correspondiente para que el alumno pueda revisarla y comentarla en clase.
La frecuencia de las clases varía según el nivel: en algunos talleres nos reunimos dos veces al mes y en otros, cuatro.
Trabajo con distintos niveles y formatos para que cada participante encuentre su espacio:
Nivel inicial: técnicas del relato y conocimiento de los géneros literarios.
Nivel intermedio: escritura a través de las emociones y los sentidos.
Niveles superiores: creación de atmósferas literarias y personajes sólidos.
Talleres específicos para novelas en curso: pensados para quienes ya han empezado a escribir y necesitan guía para estructurar la trama, desarrollar personajes y avanzar con confianza.
Talleres para jóvenes: dedicados a la fantasía y la ciencia ficción, donde exploramos la creación de mundos, criaturas y tramas imaginativas.
Taller de escritura de diario con enfoque terapéutico: destinado a quienes quieren usar la escritura como herramienta de autoconocimiento y gestión emocional.
Dependiendo de la edad, experiencia y objetivos de cada persona, recomiendo el taller más adecuado y acompaño el proceso con materiales, ejercicios y seguimiento personalizado.
📩 Si quieres más información o saber qué taller es para ti, escríbeme y estaré encantada de orientarte: tallerescrituranrf@gmail.com
Hoy quiero compartir con vosotros una entrevista que me ha tocado el alma. En esta nueva entrega de Palabreando con… me acompaña Celeste Lozano, una autora algecireña que debuta en la narrativa con una historia delicada, honesta y profundamente humana: Petra y el guiño del tuerto, publicada por la editorial El Desván de la Memoria.
Conocí a Celeste como escritura en el grupo Infusiónate hace ya muchos años, como colaboradora en medios, como lectora apasionada. Pero en esta conversación descubrí su otro rostro: el de escritora que se atreve a mirar de frente su memoria y transformarla en literatura. Su novela, estructurada en 43 fragmentos que saltan entre pasado y presente como quien cruza habitaciones dentro de una misma casa, nos lleva de la mano por un universo familiar lleno de silencios, herencias emocionales y mujeres que han sostenido el mundo sin hacer ruido.
Durante la entrevista hablamos del origen de la historia, de las heridas que impulsan a escribir, de Petra —ese personaje frágil y a la vez valiente que da título al libro— y de todos los personajes que la rodean, con sus luces y sombras. Conversamos también sobre maternidad, sobre la delicadeza del estilo narrativo de Celeste, sobre el papel del lenguaje en su escritura, y sobre esas otras Celestes que se cuelan entre líneas: la jurista, la lectora, la mujer que observa el mundo desde distintos ángulos.
Al cerrar la entrevista me quedé con la sensación de haber escuchado una voz literaria que no viene desde la pose, sino desde la vida. Una escritora que no necesita alzar la voz para emocionar, y que nos entrega una primera novela que ya nos deja con ganas de la siguiente.
Petra y el guiño del tuerto no es solo un libro. Es una reconciliación con lo vivido, una trenza de ternura, una búsqueda de sentido entre las ruinas y los recuerdos. Os invito a leerlo… y, por supuesto, a ver la entrevista.
Aquí podéis disfrutarla completa:
Gracias, Celeste, por tu generosidad y tu luz.
Y a vosotros, palabreadores, por seguir acompañándome en este rincón donde las palabras no caducan, solo se transforman.
Palabreando presenta en Estepona el primer libro de relatos de María del Mar Navarro: una voz que florece desde la emoción
Estepona, 20 de junio de 2025 — Edificio Las Tejerinas
La tarde del 20 de junio se convirtió en una celebración de la palabra y la emoción en el Edificio Las Tejerinas de Estepona, donde la escritora y periodista Nuria Ruiz presentó, desde el taller de escritura creativa Palabreando, el primer libro de relatos de su alumna María del Mar Navarro Fernández.
Con el respaldo del Ayuntamiento de Estepona, el grupo de escritores de la zona y la red de compañeras del taller, el evento fue un viaje íntimo y coral a través de la narrativa, la música y la memoria.
El acto comenzó con una intervención musical en directo que envolvió al público con suavidad. Mientras las notas fluían, los asistentes tomaban asiento en una sala vestida de atención y calidez. La presentadora dio paso al músico, cuya interpretación creó una atmósfera emocional que sirvió de antesala perfecta para lo que vendría.
A continuación, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Estepona dio la bienvenida en nombre del consistorio, poniendo en valor el talento local y el trabajo constante de los talleres de escritura como herramientas de expresión, crecimiento personal y dinamización cultural. “Hoy estamos aquí no solo para presentar un libro, sino para dar la bienvenida a una nueva voz de la literatura comarcal”, señaló.
Llegó entonces uno de los momentos más esperados: la intervención de Nuria Ruiz, directora de Palabreando y mentora de la autora. Con una mezcla de crítica literaria, emoción sincera y mirada de tutora orgullosa, leyó un texto que marcó el tono del acto: profundo, poético, lúcido y generoso.
Aquí su presentación íntegra:
Presentación completa del libro de relatos de María del Mar Navarro Fernández
(por Nuria Ruiz)
Buenas tardes a todas y todos:
A veces, en la vida, una tiene la suerte de asistir a un milagro. No uno de esos con luces y trompetas, sino de los silenciosos, de los que se gestan en las madrugadas y en los cuadernos; en las dudas y en los tachones. Hoy estamos aquí para celebrar uno de esos milagros: el nacimiento literario de una voz que hasta hace poco se pronunciaba en verso, y que ahora también se nos entrega en prosa. Esa voz es la de María del Mar Navarro Fernández.
Mar llegó al taller de escritura Palabreando casi de puntillas. Venía de la poesía, con ese lirismo natural que tienen quienes escriben desde la emoción. Al principio, como ocurre con muchos poetas que se acercan a la narrativa, su prosa estaba llena de adornos, de imágenes bellas pero excesivas, de retórica e imágenes que a veces tapaban el alma del relato. Pero con el tiempo —y con muchísimo trabajo— fue entendiendo que la belleza en prosa tiene otra música, que hay que domesticar las metáforas, bajar el volumen, y dejar que los personajes hablen sin maquillaje.
Y así fue como la Mar poeta se transformó en la Mar narradora. Su escritura comenzó a respirar. Las palabras encontraron su lugar. Y nacieron estos relatos.
Este primer libro no es solo una recopilación de historias. Es una colección de momentos cotidianos. Mar no necesita grandes conflictos sociales ni discursos ideológicos. Aquí no hay nada dramático, ni siquiera cuando se muere o mata a alguien —y muere más de uno—. Aquí lo que hay es belleza, dulzura y un amor que lo inunda todo: a los personajes, a los objetos, a las casas, a las costumbres, a la infancia, a la memoria.
Mar tiene esa rara capacidad de contar cosas sencillas —una entrevista de trabajo, una sopa, un paseo— y hacer que nos quedemos pegados a la página. Sus relatos tienen algo de caricia y algo de sorpresa. Porque cuando ya estás envuelto en esa atmósfera cálida, sin previo aviso, llega el giro. Y entonces el lector se queda descolocado. Porque no lo vio venir. Porque, en el fondo, no esperaba que alguien tan amable supiera también matar con elegancia.
Sí, porque no os dejéis engañar por la suavidad de su estilo: Mar es una narradora astuta. Sabe cómo dejarte con el corazón en la mano justo en la última línea.
Crítica literaria de cinco relatos
Pompa de jabón
Un relato que parece insignificante, pero que es una metáfora preciosa sobre la fugacidad de la alegría.
Un día cualquiera
Narrado por una cuchara: ternura convertida en cuento, lo cotidiano elevado a lo sagrado.
Reencuentro
Una historia de amor maduro contada con contención, donde cada palabra tiene intención.
El último viaje
Comienza como un cuento romántico y termina como un thriller. Giros narrativos medidos con precisión.
Querida yo
Carta íntima, valiente, de sanación. Una travesía por las sombras que regresa con luz.
Mar ha encontrado su voz. Ha aprendido a escribir con los pies en la tierra. Ha logrado que la prosa cante sin desentonar, que los personajes respiren. Que las historias giren solas. Y eso, amigas, no se aprende: se conquista con trabajo, con escucha, con alma.
Este libro es un comienzo. Es el primer paso de una escritora que ha venido para quedarse. Mar no escribe para impresionar. Escribe para conectar. Y esa conexión es la que hoy celebramos.
Tras esta intervención, el acto continuó con la lectura de fragmentos de cinco relatos representativos, interpretados por lectoras invitadas —alumnas, amigas, cómplices—, que compartieron además una breve semblanza de la autora antes de cada lectura. Se escucharon pasajes de Pompa de jabón, Un día cualquiera, Reencuentro, El último viaje y Querida yo. Cada lectura, breve pero sentida, sumó matices a la voz que ya había sido presentada.
Alumnas de Palabreando
Antes de la entrevista, un segundo interludio musical permitió al público asentarse emocionalmente, dejar que las palabras resonaran por dentro y abrir paso a la última parte del encuentro.
Diálogo con la autora: preguntas que abren puertas
La entrevista a María del Mar fue cercana y luminosa. Preguntas como “¿Te ha servido la escritura como herramienta de sanación?” o “¿Qué relato te costó más escribir?” desvelaron el pulso vital de la autora. Ella habló de poesía, de transiciones, de miedos y descubrimientos, de cómo es tener entre las manos un libro que hace apenas unos meses solo era un archivo lleno de tachones.
Con humildad y una sonrisa serena, adelantó que ya trabaja en su segundo libro.
Nuria tomó de nuevo la palabra para cerrar el acto con un mensaje que condensó el espíritu de la jornada:
“Mar, tu libro es una caricia. Una travesía de dulzura, de belleza cotidiana, de afecto escondido en los gestos más nimios. Pero también es un juego de espejos, un territorio lleno de sorpresas. Gracias por confiar, por crecer, por atreverte. Y sobre todo, gracias por escribir.”
Invitó entonces al público a acercarse, compartir un abrazo, un libro firmado, una palabra sentida.
Firma, charla y una foto para el recuerdo
El acto concluyó con la tradicional foto de familia, rodeada de lectoras, amigas, representantes institucionales y miembros del taller Palabreando. La firma de libros y una charla distendida con música suave de fondo pusieron punto final a una tarde que no solo fue una presentación, sino un acto de amor por la escritura.
📚 Porque los personajes no se inventan… se descubren.
Durante tres meses de escritura creativa, aprenderás a construir personajes con alma, complejos, únicos, inolvidables. De esos que respiran en la página y se quedan a vivir en quien los lee.
👤 Imparte: Nuria Ruiz Fernández, escritora, periodista y correctora
✍️ Organiza: Palabreando, Taller de Escritura
💻 Modalidad online: 4 sesiones al mes por Zoom (total 12 sesiones) Todos los jueves a las 6 de la tarde.
🗓 Fechas: Julio, agosto y septiembre
🎓 Incluye diploma final y posibilidad de un librito con los mejores relatos, de regalo
📌 Inscripciones hasta el 20 de junio
Precio: 40€/mes, reserva de plaza: 10€ pago único.
El
pasado sábado viví, una vez más, uno de esos días que hacen que
todo cobre sentido. Celebramos el XIV Almuerzo Literario de
Palabreando, los talleres de escritura que tengo el
privilegio de coordinar, una vez más en el encantador Restaurante
Fresco de Sotogrande, con la colaboración de Puerto
Sotogrande, que siempre apuesta por la cultura en movimiento
Vinieron desde Estepona, La Línea, San Martín del
Tesorillo, Manilva y Algeciras, y no solo desde distintos
rincones del Campo de Gibraltar, sino también de otras partes del
mundo: Alemania, México y, por supuesto, España.
Una torre de Babel literaria, reunida alrededor de las palabras.
Creamos marcapáginas, decoramos tarros de los deseos,
escribimos desde lo más hondo, lloramos, reímos, bailamos y compartimos lecturas propias con
generosidad y entrega. Porque en estos almuerzos, escribir no es competir, sino
compartir. Por supuesto, al final hubo entrega de diplomas y la creación de un Cadáver Exquisito que es el broche de oro de este evento.
Durante todo el evento fui desgranando la vida y obra de las tres escritoras que daban nombre al evento: Rosalía de Castro, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute, ante la atenta mirada de mis invistas e invitado.
Estos son algunos de los textos que nacieron durante el almuerzo, en escritura automática (no están todos), rodeados de arte, complicidad y ese calor invisible que sólo se da cuando las palabras encuentran hogar.
Espero que los disfrutéis y si queréis, podéis comentar:
Alicia Morales, de Ceuta, residente en Algeciras:
El bolígrafo
Estuve
mucho tiempo en la papelería de doña Rosita , hasta que vino aquel
chico de los recados y me llevó junto a tres paquetes de folios,
cuatro cajas de lápices y los recambios de plumas de don Rafael.
Viajamos mis hermanos bolígrafos y yo en una cajita marrón.
Me
pusieron en el mostrador del banco del pueblo, era muy aburrido. Me
ataron para que nadie me llevase y pasaba toda la mañana con las
firmas. Un día la cuerda se soltó y una chica pelirroja me guardó
en su bolso. Me hacía escribir en su diario de adolescente todos los
días. No paraba.
Me
abandonó en el parque de las acacias una tarde que estaba muy
triste.
Ahora
voy con un autor de libros de autoayuda firmando sin parar. Viajo
mucho, pero estoy muy cansado.
Ojalá
mi próximo destino sea un poeta.
El
mar
Rayos
violetas rozando la espuma,
la
tarde vence a la mañana.
Naranjas
en el horizonte
calma
en la playa.
Tumbada,
rendida, ofrecida
en
un altar de conchas y de algas
La
tarde vence a la tarde.
La
luna asoma callada.
Claudia Strauss, alemana, residente en Manilva:
La Maseta
Hace un tiempo me buscaron en una
casa. Estaba muy contento porque llevaba mucho tiempo vacío. Todos
los días esperaba que alguien me utilizara. Ese mismo día, me echaron tierra de
una bolsa en la cual quedaba menos de la mitad. Ella le dijo al
hombre, que estaba observando con la pipa en la mano, —tenemos que
comprar otra bolsa de sustrato, esto no alcanza. Esperé y esperé, pero los días
pasaban y no pasaba nada por un buen tiempo. Por fin llegó el día, en que ella
apareció con una bolsa de sustrato en el jardín.
─Me da pena usar esa maseta tan
bonita para esta planta. Vamos a comprar otra planta que combine bien
con esa maceta de cerámica─le
dijo ella al hombre de la pipa. Volví a pasar a la lista de espera. Mientras esperaba, apareció un gato,
un siamés, según me contaron las otras macetas. Se acercó a mí,
me olfateó y luego dio vueltas a mi alrededor acariciándome. Me hacía cosquillas, me reía como
no lo hacía desde hacía tiempo. Luego saltó a mi borde y empezó a
hacer movimientos extraños, se alejó de un salto y, en ese mismo
instante, salió un olor nauseabundo que me descompuso. No sabía lo
que había pasado hasta que ella dijo:—A mí me parece que Ares usó
la meseta más bonita que tenemos en el jardin de arenero. Cuando lo escuché, me partí en dos
de enfado. Ahora vivo en un rincón del jardín.
Aún no me han llevado a la basura porque se olvidaron de que estoy
detrás de una hortensia destrozado.
El Mar
Cuando no te tengo
te extraños
Cuando te tengo
te disfruto
Cuando no te tengo
te pienso
Cuando te tengo
te respeto
Me gusta escucharte
No me gusta domarte
Me gusta verte
No me gusta enfadarte
Me gusta tu sal
No me gustan tus furias
Me gusta tu calma
Eres mi mar por siempre.
Esperanza Rodríquez, de La Línea de la Concepción:
El
mar
El
mar, la mar, una llanura cuando está de buenas, donde los barcos son
perlas flotantes y como don Quijotes de la Mancha, se enfrentan a sus
mástiles cuando está de malas. El mar, ese líquido amniótico que
envuelve los cuerpos que se atreven a zambullirse en sus aguas
cristalinas, verdosas, azuladas o turquesas.
Personalizado
el cuadro de, El matrimonio Arnolfini
Uy,
uy, ese que me observa, ese sí, el que señala con el dedo, ¡No me
señales hombre! Un poco de respeto, al menos por la embarazada. Esa
expresión me gusta más. Hablan de los colores verdes brillante de
nuestros ropajes y... ya era hora, se han dado cuenta que llevo
grabada la fecha de mi nacimiento, mi creación: año 1434. Uff, que
mayor soy ya, han pasado algunos siglos, pero estoy igual de joven,
¡Que bien me conservo!
Isabel Durán, de La Línea de la Concepción:
El mar
Llevaba meses sin ver el mar.
Cuando iba en automóvil mirando las extensas llanuras y los cultivos
cubiertos de plásticos destellantes por el sol parecía que allí
estaba cubriéndolo todo.
Era una necesidad imperativa ir a visitarlo; la impaciencia me
inundaba y hasta me provocaba ansiedad. Echaba en falta su olor, la
brisa, el salpicar de las olas , el pelo encrespado por el levante y
el cuerpo cubierto de salitre y humedad.
A veces "amigo" cuando está en calma; otras
"enemigo" cuando se le antoja devolver seres inertes a la
orilla.
Te da paz...serenidad...no hay nada más bello que ver el sol
escondiéndose detrás del mar.
Banco de corcho
Mi mejor momento del día es cuando Ana me coge de la casa y
me introduce en el maletero del coche. Mi utilidad está
próxima; mi uso hace feliz a muchas personas que solicitan los
servicios de mi dueña. Ella me trata bien, me acaricia todos los
días y me quita la suciedad que me va cayendo cuando no me utiliza.
Me eligió porque estoy hecho de un material cómodo y flexible y mi
altura es perfecta para que ella se siente.
Cuando vamos a las viviendas de nuestras clientas todas me piropean y
exclaman ¡ qué bonito es ! Así que me encanta viajar en el coche;
conozco a un montón de gente y veo como las caritas de dolor se
transforman en felicidad con los tratamientos que Ana les hace en sus
pies.
Sin duda, soy el mejor accesorio para hacer feliz a muchas personas
pues la salud de nuestros pies tiene más importancia de lo que
imaginamos pues están relacionados con todos nuestros órganos.
Isabel Segovia, del Tesorillo:
Soy un dormitorio
¡Qué
aburrimiento tengo de estar todo el día solo y no aparecer nadie!
Exceptuando en la mañana, que solo aparece para hacer la cama y
ordenarme.
A
veces se presenta para cambiarse de ropa, ¡me pone la cama todita
llena!
Este
me pongo, este me quito, este no me gusta, este me queda mejor.
¡Ya
se dejó la luz encendida! ¡Madre qué despistada! ¡Chiquilla, abre
esa ventana que entre la luz del día! Ya la abrió... ¡Que alegría,
que fresquito, cuánta ventilación!
Nada...
Ya se dejó los zapatos por medio. Ahora llega la noche, toca
soportar los ronquidos, vueltas para un lado y al otro, de vez en
cuando algunas otras ventosidades.
Suena
el móvil, el despertador.
¡Que
pesadez tener qué soportar todo! Pero si no es así, estoy aburrido
y paso todo el día deseando que llegue la hora para estar
acompañado.
Me
siento privilegiado de ser el lugar donde se pueda sentir relajada.
El mar, la mar
¡Es
un placer dar un paseo por la orilla del mar!
Con
mis pies descalzos, dejando mis huellas al andar.
Oír
las olas chocar, mirar a lo lejos y ver su inmensidad.
Respirar
la brisas frescas y su olor a sal.
Alimenta
mi alma de aire puro al pasear junto a la mar.
Mar Navarro, de Estepona:
El mar
Las
aguas reposan
cálidas,
espumosas
bajo
el puente dormido.
El
mar sereno
observa
al sol,
despertando
dulce y ardiente
al
encuentro del velero.
Con
suavidad desliza
sus
velas, ante la majestuosidad
del
faro.
Tú
luminosidad nos adentra,
y
nos lleva al mar abierto.
Cómo
una ventana observa
al
infinito,
océano
azulado.
El
zapato
Llego
a la tienda envuelto en una caja cuadrada, su papel suave y
blanquecino me protege del exterior. Estoy apilado, todo está
oscuro, soy pequeño, pero muy elegante.
Las
risas de una chica, despiertan mis sentidos, creo que baja la
escalera, el tintinear de su rapidez hace que permanezca en alerta.
Me remueve, y siento el balanceo entre sus manos. Voy pegado a su
antebrazo, el recorrido se hace eterno. Escucho, como le dice a una
señora, que este es su número.
Ahora
empieza mi aventura, me embargo en un largo recorrido. La salida al
mundo es como el confeti en una fiesta. La alegría de ver la luz
después de una absoluta oscuridad me hace fuerte.
Percibo
calidez, entre sus dedos finos y alargados. Unas cosquillitas suaves
me recorren todo el cuerpo. El suelo resplandece, reflejándome en
él, «que porte chico, que elegante» Ahora estoy un poco
prisionero, pero intento adaptarme, me giro un poco a la derecha, me
asiento y piso firme. Ya me encuentro en el lugar correcto, «que
alivio, por fin recuperado».
Acaricio
su piel sedosa y aterciopelada, las pisadas son como una almohada de
plumas. Percibo una absoluta confianza junto a la mujer hermosa que
avanza por la habitación, pesa poco y eso me agrada. Me observo en
el espejo, que guapo y distinguido soy.
Ambos
salimos contentos del establecimiento, para empezar una andadura
juntos.
Susana Mateos, de Córdoba, afincada en Sotogrande
Diario
Mira,
otra vez viene. Vuelve a abrirme, me rasga con mi compañero
bolígrafo. ¿Por qué ya no sonríe? No, hoy llora. Sus lágrimas
caen sobre mis hojas. Saben a pérdida. ¿Qué has perdido? Me cubre
con símbolos, de esos que duelen y se clavan en el alma. Me tatúa
una historia que habla de su mejor amiga, que la olvidó en el
recreo. Ya no son amigas. También cuenta que la mancha de su mejilla
fue un golpe. Parece ser que los niños de su clase han encontrado un
nuevo juego, en el que ella siempre pierde. Vuelve a cerrarme y, con
un suspiro, me abraza fuerte. Y yo, con tinta y lágrimas, sostengo
su dolor.
En el último episodio de Palabreando con…, tuve el placer de conversar con Emi Luna, escritora algecireña que transforma el dolor en belleza a través de la palabra.
Finalista del Premio Ateneo de Madrid con La vida que no era y ganadora del Premio Onuba con su anterior novela, El viajante. Emi nos habló de sus libros, su pasión por el ser humano y su forma de crear personajes que respiran, sienten y duelen.
Con una prosa luminosa incluso cuando aborda la maldad, Emi demuestra que la literatura puede ser bálsamo y espejo.
Puedes ver la entrevista completa en el canal de YouTube Palabreando con...
Una no está acostumbrada a que le digan cosas bonitas y reconozcan tu trabajo, pero estas palabras me dan fuerzas (que a veces flaquean) para seguir ayudando a los escritores a pulir sus obras y ayudarlos a publicar.
Gracias Maribel Sánchez González .
Ha sido un placer leerte y ayudarte a que tus escritos tengan aún más valor del que ya tienen.
Tres escritoras. Un día. Mil maneras de vivir la palabra.
"Rosalía, Matute y Martín Gaite te esperan: ¿te atreves a escribir con ellas?
A pesar de escribir desde distintos siglos, Rosalía, Ana María y Carmen dialogan entre versos, cuentos y espejos.
Este XIV Almuerzo Literario celebra la identidad femenina, la resistencia y el lenguaje como revolución.
Con actividades para todas las edades y sentidos: talleres, lectura, música, arte... y un almuerzo y merienda digna de novela, en un paraje incomparable, Fresco Marina en Puerto Sotogrande. El 31 de mayo. Un sábado para disfrutar.
¿Te apuntas? Grupo reducido, SOLO QUEDAN 3 PLAZAS.